Fondos de inversión, activos reales e inflación

Todos conocemos los efectos de la inflación: los precios en general suben, de forma lenta pero contundente (al menos en las economías desarrolladas). Si tus ingresos (o tus inversiones) no aumentan al mismo ritmo, en el medio-largo plazo habrás perdido poder adquisitivo: no podrás comprar los mismos bienes y servicios que hace 10 años a igualdad de ingresos.

Es decir:

  • Si inviertes en renta variable, en buenos fondos de inversión que batan al índice, no tienes de qué preocuparte. De hecho, si hay inflación (aumento de la masa monetaria), las acciones tenderán a subir en la misma proporción. ¿El resultado? Mantienes tu poder adquisitivo y con suerte habrás ganado una rentabilidad extra.

  • Si inviertes en fondos monetarios o de renta fija la situación es agridulce. Habrás ganado algo de rentabilidad (muy poca teniendo en cuenta que la renta fija no te protege de la inflación estando los tipos de interés cércanos al 0%). La única ventaja de estos activos es que al menos mantienes el valor nominal, pero la inflación tenderá a membrar su poder de compra de bienes y servicios.

  • La última y peor opción es mantener nuestros ahorros en una cuenta corriente. Es la forma más simple de ahorrar, sí, pero no la más inteligente.

Ante estos hechos, si no estamos próximos a la jubilación o tal vez sí lo estés, pero es dinero que no vas a necesitar en el corto plazo, la mejor opción siguen siendo los fondos de inversión que invierten en bolsa, la denominada renta variable.

Sus ventajas las hemos esbozado más arriba: nos protegen de la inflación, son activos reales (no son promesas de pago), e históricamente La Bolsa de media tiende a subir un 9% cada año: si la inflación es del 3%, habremos ganado un 6% extra.

Por supuesto, no todos los fondos de renta variable son iguales. La mayoría no baten al índice de referencia, muchos pierden dinero, pero hay un pequeño grupo de fondos, los denominados como inversion en valor, value investing o simplemente value que consiguen rentabilidades extraordinarias en el largo plazo. Y por rentabilidades extraordinarias sostenibles en el tiempo estamos hablando de retornos que se encuentran entre el 10-16% anual. ¡No está nada mal!

Algunos fondos que han conseguido este tipo de rentabilidades son por ejemplo los gestionados por Bestinver. Es posible que sea la gestora más conocida, sobre todo después de sus resultados y de la gran labor que hizo durante décadas Francisco García Paramés. Por cierto, la nueva gestora de Paramés, Cobas, muy probablemente se mantendrá como una de las líderes en los próximos años.

Otras gestoras menos conocidas son Metavalor FI, que obtuvo un 20% anual durante los últimos 5 años. También es digno de mención Valentum FI, con una rentabilidad superior al 16% anual en los últimos 3 años o True Value de Renta 4, con una rentabilidad anualizada del 16,93%.


Si la gestión activa no te convence, puesto que en gran medida su rentabilidad depende de las decisiones acertadas de pocos gestores, otra alternativa es la gestión pasiva. La gestión pasiva, a grandes rasgos, supone invertir en fondos que replican a un determinado índice. Y ya sabemos que a largo plazo La Bolsa siempre tiende a subir. Y lo más importante: estarás invirtiendo en activos reales con unas comisiones realmente bajas.

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