La gestión pasiva no podría existir sin su opuesta: la gestión activa. La gestión pasiva (más adelante veremos que no es pasiva como tal) nace de las siguientes premisas:
Al invertir a largo plazo (ahorro) es mejor invertir en activos reales, principalmente bolsa (renta variable). Tiene muchas ventajas, como lo es protegerse de la inflación.
A largo plazo La Bolsa siempre sube. Puedes encontrar mercados bajistas y volatilidad, pero si nuestro horizonte temporal es el largo plazo, las probabilidades de conservar el capital y obtener rendimiento son muy altas. Es decir, en periodos de 10-15 años los índices bursátiles, como el IBEX 35 o el S&P 500 siempre suben.
La gestión activa no siempre bate al mercado, o lo que es lo mismo, solo un pequeño porcentaje de fondos consigue generar más rentabilidad a largo plazo que los índices.
Los fondos de gestión activa tienen comisiones altas. Siendo su máximo legal del 2,25% por comisión de gestión, es habitual ver fondos cuya comisión por gestión oscila entre el 1,5%-2%. En otras palabras, o encuentras un magnífico gestor/asesor o de entrada estarás perdiendo como mínimo un 2% en comisiones anualmente.
Por estos motivos, en los últimos años los fondos de gestión pasiva y otros productos como los ETF están adquiriendo una significativa cuota de mercado y capital. ¿Por qué? Pues porque permiten invertir en activos reales y sus comisiones son bajísimas.
El motivo de que las comisiones en gestión pasiva sean bajas es el siguiente: por lo general son productos que replican a un índice, lo que se puede hacer de forma prácticamente automatizada, ahorrando horas y horas en analizar compañías (sus cuentas de resultados, ventajas competitivas...).
Así pues, si inviertes en un fondo que replica al IBEX 35, obtendrás la misma rentabilidad que la media del mercado (lo que no es poco). Además tendrás una cartera diversificada y te beneficiarás de todas las ventajas de los fondos de inversión (fiscalidad, menores gastos de brokeraje...) que si replicases el índice tú mismo.
En cualquier caso, hemos de matizar explicando que la gestión pasiva no es del todo pasiva. Volviendo al IBEX 35, si suscribes participaciones de un índice que replica al IBEX 35, estarás invirtiendo en una gestión pasiva, sí, pero que sigue algunas pautas bien definidas: Y es que el IBEX 35 en términos generales está compuesto por los 35 valores más líquidos del conjunto de empresas españolas cotizadas.
De forma similar, también podríamos invertir en fondos pasivos que repliquen al EUROSTOXX 50 o cualquier otro índice o sistematización de creación de carteras que se pueda imaginar. Claro está, siempre siguiendo criterios arbitrarios que tengan sentido: empresas de cierto sector, empresas que superen cierta capitalización, regionales, compañías que repartan dividendo de forma sostenible...
¿Qué puedo esperar de un fondo de gestión pasiva?
Principalmente, puedes esperar unos criterios claros de selección de valores, obtener la misma rentabilidad que el mercado y estar invertido en activos reales.
También es normal que se den periodos bajistas, con mucha volatilidad y pérdidas significativa, por lo que los fondos indexados son recomendados para ahorradores a largo plazo (horizonte en el que sí podemos esperar una rentabilidad aceptable) y ahorradores que no necesiten el dinero invertido en el corto plazo. Si vas a necesitar ahorros en el corto plazo, es preferible invertir en renta fija. Los fondos monetarios, de renta fija o mixtos son una buena opción en este caso.
Con la gestión pasiva ¿en qué posición queda la gestión activa?
Ya hemos mencionado que pocos gestores o fondos de inversión consiguen obtener rentabilidades superiores al mercado (batir al índice). En el caso de los que lo consiguen hemos de hacernos la siguiente pregunta: ¿han obtenido una rentabilidad fruto del azar, o por el contrario, consiguen batir al índice de forma sostenida en el tiempo y sistemática?
En el mercado actual, con la gestión pasiva ganando terreno, es probable que solo sobrevivan los gestores que consiguen batir al índice año tras año, de forma sistemática, con una filosofía de inversión sólida y que se tomen en serio su trabajo. Lo cierto es que no tiene sentido pagar a un gestor activo un 2% anual si consigues más en un fondo índice con comisiones ridículas.
Tampoco es casualidad que los fondos value estén tan de moda últimamente. Es precisamente eso lo que prometen: batir al indice. Ejemplos en España tenemos muchos: Bestinver, la reciente creada Cobas, AzValor, o Metagestion son buenos ejemplos de ello y además cuentan con un trackrecord que les avala. Si cruzamos el Atlántico nos encontramos con el ejemplo más peculiar de todos: el de Warren Buffet y su holding Berkshire Hathaway, que lleva varias décadas batiendo de forma sistemática al S&P 500. De lo contrario, no tendría mucho sentido su existencia.