Muchos inversores interesados en el value investing se quejan de que las gestoras de fondos value investing hacen lo contrario de lo que predican.
Desde aquí vamos a intentar aclarar esta confusión:
Por un lado tenemos a los gestores de fondos de inversión en valor. Predican que es una metodología para invertir a largo plazo.
Sin embargo, a muchos les surge la siguiente duda: ¿por qué si invierten a largo plazo, los gestores están constantemente comprando y vendiendo?
La respuesta es muy simple: el value investing no es comprar buenos negocios y mantenerlos en cartera de por vida.
Veamos cómo opera un gestor de fondos value en su día a día:
Tienen en su radar una lista de compañías que destacan frente al resto: buenos retornos sobre el capital empleado (ROCE), economías de escala, barreras de entrada, buenos equipos gestores... tras un análisis exhaustivo valoran la compañía y le ponen un precio.
Si hay volatilidad en el mercado y los precios a los que cotizan las compañías que tienen en el radar bajan por debajo de su valoración, la compran.
Cuando la compañía supera el precio, esto es, el mercado reconoce su verdadero valor, el gestor value vende las acciones y con las ganancias obtenidas vuelve a repetir el proceso de selección o invierte en el resto de los valores que quedan en cartera.
Esta es una visión muy simplificada de lo que hace un gestor value con la cartera de sus fondos en el día a día. Pero a grandes rasgos, lo sintetiza.
Como vemos, la duración en cartera de un valor depende del tiempo que el mercado tarde en asignarle su valor real, entendiendo como valor el precio en el que el gestor de fondos está dispuesto a vender. Habrá compañías que solo estén unos meses en cartera y otras que lo estén durante años.
Como vemos, un gestor value no compra y mantiene en cartera, sino que aprovecha la volatilidad para comprar barato y vender caro.
Y es aquí precisamente donde está la discusión. Y es que si vemos cómo se promocionan los fondos de inversión en valor, todos coinciden en una cosa: es un estilo de inversión a largo plazo.
Y efectivamente así es: un inversor que invierta en fondos value debe hacerlo a largo plazo. Es decir, debe comprar participaciones para mantenerlas al menos durante 5 ó 10 años (incluso más).
Por el contrario, la gestora busca siempre tener la mejor cartera (un ratio PER bajo de acciones de compañías sólidas y con barreras de entrada) pero sin casarse con ninguno de los valores: cuando lo considera oportuno, los vende.
Por algo los fondos de inversión en valor son considerados fondos de gestión activa. En cambio, para el inversor que compra participaciones del fondo, lo mejor es comprarlas y mantenerlas en el largo plazo, pudiendo llegar a obtener rentabilidades de doble dígito.
En cuanto a la rentabilidad que puedes obtener invirtiendo en fondos de inversión en valor, os recomendamos ver la rentabilidad de nuestro indice value o el trackrecord de Paramés o las acciones favoritas de los mejores fondos value investing.