Muchos estudios apuntan que gran parte de la rentabilidad a la hora de invertir proviene del asset allocation, es decir, qué proporción de nuestros ahorros invertimos en renta fija y que parte invertimos en renta variable.
Aunque el porcentaje óptimo a invertir en renta variable depende de tus preferencias a la hora de asumir riesgos, tus ingresos y tu situación patrimonial actual, John Bogle propone una regla muy sencilla para hacernos una idea de cuánto deberíamos invertir en renta fija y cuánto en renta variable.
La regla de asignación de activos de John Bogle
John Bogle propone una regla sobre el asset allocation válida para la mayoría de los inversores. Dice así:
Invierte en renta fija el mismo porcentaje de tus inversiones que tu edad
Simple, conciso y eficaz.
Algunos ejemplos:
- Persona de 20 años: 20% en renta fija y 80% en renta variable
- Persona de 30 años: 30% fondos de renta fija y 70% en fondos de renta variable (acciones)
- Persona de 50 años: 50%-50%
- Persona de 80 años: 20% en renta fija y 80% en acciones.
La idea de John Bogle se sustenta en fundamentos sólidos:
Para personas jóvenes es preferible invertir en renta variable: tiene un mayor potencial de revalorización (recuerda el efecto de la capitalización compuesta en el largo plazo) y tratándose de gente joven, pueden permitirse soportar escenarios de volatilidad (como una crisis financiera en la que los índices pueden bajar un 60% en cuestión de un año)
Personas cercanas a la edad de jubilación deben tener más de la mitad de su patrimonio invertido en renta fija. Así se aseguran contar con gran parte de sus ahorros “libres de volatilidad”.
Para jubilados, un escenario de crisis económica les puede condenar a una reducción drástica de su nivel de vida. Con la mayor parte de su patrimonio invertido en renta fija se aseguran no perder dinero en recesiones.
No obstante, podrían darse casos de excepciones que confirmen la regla. Por ejemplo, una persona mayor que haya alcanzado la independencia es financiera es posible que le convenga invertir más en renta variable. Y es que, tambien hay que pensar en los herederos. Y es que tus hijos –a los que por cierto, deberías inculcarles una buena cultura financiera– te lo agradecerán.
La gran ventaja de invertir en fondos de inversión
Los fondos de inversión traspasables cuentan con una gran ventaja: la política de diferimiento fiscal. Y es que, los traspasos entre fondos no tributan hasta que no se produce un reembolso definitivo.
Esto significa que según vayas cumpliendo años, puedes traspasar tus fondos de renta variable a fondos de renta fija sin impacto fiscal.
En cuanto al tipo de fondos en los que invertir, existe una gran variedad de fondos donde elegir. Para invertir a largo plazo, tanto los fondos indexados de bajas comisiones como los fondos value investing son una excelente opción para la mayoría de ahorradores.