Los fondos de inversión no dejan de ser un servicio de asesoramiento financiero, donde la gestora de fondo decide en qué tipo de activos invertir para lograr una rentabilidad acorde a la establecida en su política de inversión.
La remuneración a la gestora es lo que se conoce como comisiones de gestión.
Las comisiones son descontadas del valor liquidativo de las participaciones. Es decir, la gestora no nos pasará la factura de sus honorarios, sino que éstos ya se descuentan de forma implícita en el valor liquidativo diariamente.
Por ejemplo, un fondo que cobre una comisión de gestión del 2% anual sobre patrimonio, descontará diariamente el porcentaje equivalente (en el caso de un 2% anual corresponde a un 0,0055% diario) del valor liquidativo de las participaciones.
No debemos de olvidar que la inversión en fondos implica otros gastos adicionales a parte de la comisión de gestión. A saber:
- La comisión de la entidad depositaria por la custodia de valores y liquidez
- Costes operativos: gastos de compra/venta de valores, auditorías, asesoramiento...
Así pues, un ahorrador que invierta en un fondo debe pagar comisiones de gestión, comisiones de depósito y gastos operativos. La suma de todos estos conceptos es lo que se conoce como TER (Total Ratio Expenses).
Al igual que la comisión de gestión, que es implícita y se descuenta del valor liquidativo de la participación, con los gastos operativos sucede lo mismo.
Dicho de otra manera, para calcular el valor liquidativo diario, se suma el patrimonio de la cartera de activos del fondo, se le resta la parte proporcional diaria del resto de gastos, y se divide entre el número de participaciones.
Ventajas de que los gastos implícitos se resten del valor liquidativo
Esto supone una gran ventaja para todos los inversores:
- En primer lugar, simplifica el proceso y la operativa. No nos debemos de preocupar de comprar participaciones y liquidar comisiones y gastos anualmente. los gastos ya se descuentan del valor liquidativo.
- Valores liquidativos más realistas: a la hora de comprar qué fondos son más rentables, al final lo que nos interesa es cuanta de esa rentabilidad se traslada al inversor una vez descontadas comisiones y gastos operativos.
Comisiones explícitas
No conviene olvidar las comisiones explícitas. Las comisiones explícitas son las que no se descuentan del valor liquidativo diario. De haberlas, la gestora nos emitirá una factura por su importe.
Las comisiones de reembolso son comisiones explícitas. Esto significa que si reembolsamos participaciones, éstas se venderán en su valor de mercado y posteriormente deberemos pagar el porcentaje de la comisión directamente a la gestora.