La comisión de reembolso es la comisión que aplica la gestora al participe por la venta de participaciones. Sirven como un elemento disuasorio para que los inversores no liquiden su inversión en el fondo.
En general, esto provoca algunos efectos, cuanto menos, interesantes:
Fidelidad: si tienes que pagar por reembolsar tus participaciones, es probable que a la gestora solo le interesen inversores que pretendan mantener su inversión en el largo plazo para que el fondo no se convierta en una suerte de inversores trading.
La gestora se asegura que el capital no sale del fondo, obteniendo más estabilidad en sus inversiones. Por supuesto, también le interesa seguir cobrando la comisión de gestión.
Por tanto, el objetivo principal por el que un fondo implique comisiones de reembolso es para atraer sólo a inversores que deseen mantener su inversión durante mucho tiempo, en general años.
Hay que destacar que las comisiones de reembolso no son obligatorias (aunque sí existe un máximo legal).
Por otro lado, existen dos tipos principales de comisiones de reembolso: las que son a favor de la entidad gestora, y las que son a favor del patrimonio del fondo.
En el caso de que la comisión sea a favor de la gestora, la comisión que se devengue irá a parar a la propia gestora. Sin embargo, hay muchos fondos que optan por la segunda opción.
En el caso de que las comisiones vayan a parar al patrimonio del fondo, el importe pasará a ser una ganancia patrimonial más, que repercutirá al alza del valor liquidativo de las participaciones y por tanto serán el resto de partícipes los que salgan ganando debido a que sus participaciones en el fondo pasarán a costar un poco más.
Como mencionamos unas líneas más arriba, no todos los fondos (o clases si tuviese más de una) exigen comisiones de reembolso. De hecho, cada gestora es libre de establecer comisiones bajo ciertos supuestos objetivos. Por ejemplo: es normal ver folletos que solo exigen comisión de reembolso si la duración de la inversión ha durado menos de un año.
Por este motivo, es esencial leer el folleto completo del fondo, puesto que no tiene sentido invertir, por mencionar un ejemplo, en un fondo que nos exija pagar reembolso si nuestra intención inicial de inversión en el mismo va a durar solo unos meses.