Aspectos a tener en cuenta a la hora de invertir en un fondo de inversión

A la hora de invertir en un fondo de inversión tenemos que tener claro qué es lo que queremos obtener de nuestros ahorros invertidos en el fondo. Y es que cada fondo tiene un objetivo de inversión distinto y por tanto cada fondo tiene sus propias particularidades.

A groso modo, podríamos dividir los fondos de inversión en tres tipos: - Si invierten en activos monetarios: obtendrán una rentabilidad acorde a la del mercado monetario, que viene influida por los tipos de interés. - Fondos de renta fija: si bien su rentabilidad está ligada en gran medida a los tipos de interés, los fondos de renta fija obtienen algo más de rentabilidad que los monetarios, en función del tipo de emisor de los bonos de renta fija. - Fondos de renta variable: es decir, acciones de bolsa. Son más volátiles (lo que implica que podemos perder patrimonio temporalmente), pero a medio-largo plazo son los fondos más rentables.

En segundo lugar tenemos que tener claro si el dinero invertido lo vamos a necesitar en un futuro cercano o no. ¿Y qué es un futuro cercano?

Inversión a corto plazo (necesitaré mi dinero en un futuro cercano)

Futuro cercano es cuando estás ahorrando para dar la entrada de una vivienda el año que viene, o comprarte un coche dentro de 6 meses, pagar la matrícula de la Universidad de tus hijos que ahora están cursando el Bachillerato. Es decir, en este caso, tenemos un plazo en el cual debemos disponer de todos nuestros ahorros.

A pesar de que todos los fondos conllevan un tipo de riesgo asociado, los ideales para este tipo de ahorro a corto plazo es invertir en fondos de renta fija. Proporcionarán una rentabilidad pequeña, pero menos es nada.

Inversión a largo plazo

Solo deberíamos invertir dinero a largo plazo si este dinero no lo vamos a necesitar en un futuro cercano. Por ejemplo, una inversión con aportaciones anuales para un hijo recién nacido, una inversión a 10 años o una inversión con vistas a la jubilación.

Es decir, invertiremos a largo plazo todo el dinero que no vayamos a necesitar salvo casos de extrema urgencia o necesidad (enfermedades, paro...).

En esta situación, lo ideal es invertir en fondos de renta variable (o en acciones por tu propia cuenta si sabes lo que estás haciendo). ¿Por qué en renta variable?

  1. Primero porque histórica y estadísticamente, es el tipo de instrumento financiero que más rentabilidad proporciona en el largo plazo. Sólo tienes que ver la evolución histórica de índices como el S&P 500 o el IBEX 35 para comprobarlo.
  2. Segundo por su naturaleza. Al ser un producto con más riesgo, los inversores le exigen más rentabilidad que a los bonos, ya sean públicos o privados.

Conclusión sobre el plazo de inversión

Está claro que si vamos a necesitar el dinero en los próximos meses o el próximo año, la prioridad es ahorrar y evitar perdidas. Si además conseguimos un 1%-2% mejor, pero es secundario y de poca importancia dada la rentabilidad y el plazo de inversión.

Si no vamos a necesitar el dinero compensa someterse a algo de volatilidad a cambio de mayores rentabilidades. Recuerda la importancia de la capitalización compuesta con el paso de los años.

¿Algunas ideas? En primer lugar los fondos indexados. Para hacernos una idea, el IBEX 35 tiene una rentabilidad media del 9% anual. Otra idea son los fondos value investing, con una rentabilidad media que ronda el 13% anual compuesto.


Como siempre, antes de invertir en un fondo de inversión, es recomendable comparar, conocer a los gestores y analistas del fondo y comprender su metodología de inversión, puesto que cada gestor tiene su propio método de selección de acciones y la rentabilidad que obtienen difiere mucho de unos a otros.