Cuánto más diversificas más te indexas

La inversión indexada consiste en invertir en un fondo índice, es decir, un fondo que replica un índice, como puede ser el IBEX 35, el S&P 500, Euro Stoxx 50, el MSCI World o cualquier otro índice de los miles que existen.

De hecho, invertir en un fondo indexado es en la práctica invertir en todas y cada una de las compañías en las que invierte el índice. Es decir, invertir en un fondo indexado es una de las mejores formas de diversificar y de obtener la misma rentabilidad que la media obtenida por el mercado. Y por supuesto, con comisiones bajas.

Por definición, para batir al mercado hay que obtener una rentabilidad mayor que la de un índice bursátil (o que el fondo que lo replique). Y la única forma de conseguirlo es diversificando menos. Esto es, invertir en un número relativamente pequeño de acciones que obtengan una rentabilidad superior que la media. Es aquí dónde un gestor aporta valor, con carteras concentradas que supongan obtener una rentabilidad superior a la de un fondo índice.

El error de muchos inversores en fondos es que tienden a crear una cartera con muchos fondos para minimizar los riesgos a través de la diversificación. Y cuánto más diversificas más te indexas.

Dicho de otra forma: si inviertes en muchos fondos de gestión activa (con comisiones altas) tal vez sea mejor invertir en un único fondo indexado y reducir así las comisiones en un factor de 4-6 veces.

¿Por qué sucede la indexación? Imagina que inviertes en 5 fondos, cada uno con una cartera de 30 acciones. En total, estás invirtiendo indirectamente en 150 compañías. Y cuántas más compañías, más se aproximará la rentabilidad de tu cartera a la de un fondo índice.

Por este motivo, antes de lanzarte a diversificar en fondos de inversión, conviene comprender la estrategia del gestor. Si confiamos en su estrategia, tal vez lo mejor sea no diversificar demasiado.

De lo contrario, si quieres diversificar, tal vez la mejor opción sea un fondo índice (máxima diversificación con comisiones bajas).